Los perros y los humanos desde los tiempos antiguos hasta los modernos, han ido forjando amistad, algunos dicen que, en la actualidad los perros aprendieron no solamente a ser dependientes en sus necesidades básicas sino a la vez, se ven fuertemente influenciados por el caos emocional del ser humano, algo complejo que podemos ver si tenemos mascotas, ellos también se deprimen, sufren estrés, odian estar solos, y si su compañero humano es violento, apático, asocial, su mascota también padecerá de este tipo de comportamiento, dicho esto, considero que cada persona debe tener un perro que se ajuste a su personalidad, a sus necesidades, uno que tenga el carácter que mejor se acople. Una persona cariñosa, afable, amistosa, respetuosa, disciplinada, deportista es capaz de criar un perro de razas consideradas como peligrosas, en este caso, un Pitbull ya que esto le creará un buen ambiente para su crecimiento, el estrés y la violencia nacen de su líder no del animal, el encierro, la falta de caminatas sumado a estar siempre solo lo convierte en un arma mortal.
Soy amante a los perros (de los animales en general) aunque reconozco que no es la raza que llevaría a casa, ya que tengo una tendencia a los perros que parezcan peluches y se vean un poco menos rudos, esto no quiere decir que un perro deje de ser perro por parecer más tierno, todos conservan ese instinto animal que ataca ante una amenaza real o falsa porque somos los humanos quienes los criamos como hijos, quienes les decimos que está mal o bien, si algo me he encontrado es que muchas personas creen que la fidelidad de un perro es que no se deje tocar de nadie y les gruña a las personas que pretendan acercarse: alguna vez conocí un fila brasileiro así, daba temor acercarse incluso al dueño, más si se desconoce la crianza es lo mismo que acariciar un niño con cara tierna y no sabemos si nos va terminar haciendo una maldad, la razón, no sabemos cómo es su vida de puertas para dentro. Cada vez que camino con mi perro, un labrador de cinco años veo muchos niños y personas que lo cogen sin ningún temor, realmente no me preocupa sé que a él le gusta ser apreciado, juega y les bate la cola, pero esto me deja mucho qué pensar ¿Así lo hacen con todos? Sin saber quién es su amo, cómo ha sido su crianza, es realmente alarmante.
Así como lo es, ver muchos perros salir solos sin su amo, recordemos que los perros vienen de manadas, por lo tanto mi compañero y yo somos una manada donde lidero, es mucho lo que he aprendido caminado con él y mucho lo que me falta. He aprendido a ser más precavida frente a otros perros o dueños, hace un tiempo iba con mi labrador, y salió de la nada un Bull Terrier, enloquecido a morder a mi perro, intenté no permitir que mi perro se defendiera, la razón es que aunque el mío se sabe defender, un Bull Terrier causa la misma catástrofe que un Pitbull ambos hubiéramos terminado heridos, luego salieron unos niños de diez y doce años a intentar quitarle de encima “la mole” al mío, ¿es esto responsabilidad? ¿Dónde está los adultos que compraron y enseñaron tan mal a este perro? Por otro lado no entiendo el por qué dichas razas son tan fáciles de adquirir en el mercado por personas que no tienen ningún tipo de experiencia en la crianza de estas, que no tienen el tiempo necesario ni la disciplina para educarlas.
En los barrios de Bogotá, es muy fácil ver un “ñero”en los barrios de estratos 1, 2 y 3 dándoselas de malo para mejorar su bajo autoestima aprovechándose de su mascota, razón por la cual ocurren tantas tragedias causadas por estas razas. “Si tienes un buen compañero como un perro, procura sacar lo mejor de él, no su instinto más básico”. Es muy triste ver casos como el ocurrido la semana pasada, un perro que posiblemente pagará la mala crianza que recibió por parte de su dueño siendo sacrificado, una niña con su rostro desfigurado y no sólo esto sino una parte de la niñez que seguramente perderá por un trauma psicológico, supongo que nunca querrá acercarse a un perro, y se perderá de conocer la ternura y amor que brindan.
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